¿SABIAS QUE LAS ABEJAS TIENE UN ESPÍRITU AVENTURERO?
Según
un estudio recientemente publicado por la revista Science, las abejas
tienen una complejidad de conducta individual que las asemeja al humano,
al punto de variar, entre una y otra abeja, el espíritu aventurero, la
atracción por sensaciones de emoción ante eventos novedosos.
Contrariamente a lo que se creía hasta el momento, siguiendo el modelo
laboral de la colmena, en la que cada individuo se limita a cumplir su
rol preestablecido para satisfacer a la abeja Reina, el estudio dirigido
por Gene Robinson se adentró en la actividad cerebral de las abejas
exploradoras para demostrar la gran diferencia que existe entre
distintos ejemplares del mismo grupo a la hora de elegir tareas y
lugares “predilectos”.
Esta investigación, además de proporcionar valiosa información respecto del funcionamiento de las abejas en su contexto natural, abre el campo para indagar acerca de las similitudes de utilización del sistema genético en la evolución del comportamiento entre distintas especies, por lo que los humanos, las abejas y otros animales no serían tan distintos en la construcción de sus modos de proceder, como podría parecer a “simple vista”.
Esta investigación, además de proporcionar valiosa información respecto del funcionamiento de las abejas en su contexto natural, abre el campo para indagar acerca de las similitudes de utilización del sistema genético en la evolución del comportamiento entre distintas especies, por lo que los humanos, las abejas y otros animales no serían tan distintos en la construcción de sus modos de proceder, como podría parecer a “simple vista”.
¿SABIAS QUE LAS ABEJAS SON ADICTAS A LA NICOTINA Y LA CAFEINA?
En
estos tiempos estresantes todos hemos recurrido a diferentes sustancias
legales para activarnos o tranquilizarnos. Al parecer las abejas no son
una excepción. Ya sabéis: todo el día trabajando en el panal por una
mísera paga…
El estudio que ha llegado a esa conclusión ha sido elaborado por el Departamento de Biología Ambiental y Evolutiva y el Departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad de Haifa-Oranim (Israel), encabezado por el profesor Ido Izhaki, el profesor Gidi Ne’eman, el profesor Moshe Inbar y el doctor Natarajan Singaravelan.
Al parecer el néctar de las flores contiene pequeños niveles tanto de nicotina (flores del tabaco) como de cafeína (flores de cítricos) pero la gran pregunta era ¿son precisamente esos niveles los que atraen a los insectos que elaboran la miel?
Para comprobarlo el equipo de gente antes citado elaboró varios tipos de polen “artificial” en los que se iban alterando los porcentajes de las adictivas sustancia desde la versión “light” (0_) hasta la versión “hard” (1 miligramo por litro).
Los resultados no se hicieron esperar: las abejas se “bajaban al moro” e iban directamente al polen adulterado. Vamos, que a Maya y a Willi también les va lo de “ponerse ciegos”.
Eso ha hecho pensar a los especialistas hasta que punto la producción de sustancias adictivas ha favorecido la evolución de las plantas.
En eso están los de los departamentos de Biología Ambiental y Evolutiva y Ciencias de la Educación. Suponemos que ahora mismo los de la Facultad de Veterinaria, los de Medicina y los de Químicas estarán buscando grupos de desintoxicación para los pobres insectos.
El estudio que ha llegado a esa conclusión ha sido elaborado por el Departamento de Biología Ambiental y Evolutiva y el Departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad de Haifa-Oranim (Israel), encabezado por el profesor Ido Izhaki, el profesor Gidi Ne’eman, el profesor Moshe Inbar y el doctor Natarajan Singaravelan.
Al parecer el néctar de las flores contiene pequeños niveles tanto de nicotina (flores del tabaco) como de cafeína (flores de cítricos) pero la gran pregunta era ¿son precisamente esos niveles los que atraen a los insectos que elaboran la miel?
Para comprobarlo el equipo de gente antes citado elaboró varios tipos de polen “artificial” en los que se iban alterando los porcentajes de las adictivas sustancia desde la versión “light” (0_) hasta la versión “hard” (1 miligramo por litro).
Los resultados no se hicieron esperar: las abejas se “bajaban al moro” e iban directamente al polen adulterado. Vamos, que a Maya y a Willi también les va lo de “ponerse ciegos”.
Eso ha hecho pensar a los especialistas hasta que punto la producción de sustancias adictivas ha favorecido la evolución de las plantas.
En eso están los de los departamentos de Biología Ambiental y Evolutiva y Ciencias de la Educación. Suponemos que ahora mismo los de la Facultad de Veterinaria, los de Medicina y los de Químicas estarán buscando grupos de desintoxicación para los pobres insectos.
¿SABIAS QUE LAS ABEJAS TAMBIÉN SE AUTOMEDICAN?
Cuando
una colonia es infectada por hongos patógenos, las abejas llevan a la
colmena mayores cantidades de propóleo, una mezcla de cera y resinas de
plantas con propiedades antifúngicas. Estos son los resultados de un
estudio publicado en la revista PLos ONE.
"Este comportamiento ha evolucionado porque el beneficio que supone traer la cantidad extra de resinas a la colmena compensa los costes", ha indicado Michael Simone-Finstrom, investigador de la Universidad de Carolina del Norte (EEUU) y autor del estudio. "La colonia sabe que merece la pena el esfuerzo", ha matizado.
Los investigadores encontraron que, cuando aplicaban a la colmena un tratamiento fúngico, las abejas llevaban hasta un 45 por ciento más de propóleo a la colmena y, además, retiraban las larvas parasitadas por los hongos de forma que conseguían reducir significativamente la infección. Por otro lado, parece que estos himenópteros pueden distinguir si los hongos son o no patógenos ya que, al aplicar hongos inocuos, las abejas no aumentaban el transporte de resinas hacia la colmena. Pero la automedicación también tiene límites y, en el caso de las abejas, las infecciones bacterianas no provocaban el aumento de propóleo en la colmena, a pesar de las conocidas propiedades antibióticas de este compuesto.
Este trabajo tiene implicaciones prácticas en el mundo de la apicultura. Por ejemplo, los apicultores de EEUU suelen preferir colonias con menos resinas. Sin embargo, "ahora sabemos que esta es una característica que vale la pena promover, ya que ofrece a las abejas una defensa natural", ha explicado Simone-Finstrom.
"Este comportamiento ha evolucionado porque el beneficio que supone traer la cantidad extra de resinas a la colmena compensa los costes", ha indicado Michael Simone-Finstrom, investigador de la Universidad de Carolina del Norte (EEUU) y autor del estudio. "La colonia sabe que merece la pena el esfuerzo", ha matizado.
Los investigadores encontraron que, cuando aplicaban a la colmena un tratamiento fúngico, las abejas llevaban hasta un 45 por ciento más de propóleo a la colmena y, además, retiraban las larvas parasitadas por los hongos de forma que conseguían reducir significativamente la infección. Por otro lado, parece que estos himenópteros pueden distinguir si los hongos son o no patógenos ya que, al aplicar hongos inocuos, las abejas no aumentaban el transporte de resinas hacia la colmena. Pero la automedicación también tiene límites y, en el caso de las abejas, las infecciones bacterianas no provocaban el aumento de propóleo en la colmena, a pesar de las conocidas propiedades antibióticas de este compuesto.
Este trabajo tiene implicaciones prácticas en el mundo de la apicultura. Por ejemplo, los apicultores de EEUU suelen preferir colonias con menos resinas. Sin embargo, "ahora sabemos que esta es una característica que vale la pena promover, ya que ofrece a las abejas una defensa natural", ha explicado Simone-Finstrom.
¿SABIAS QUE LAS ABEJAS TIENE SU PROPIA PERSONALIDAD?
Un
estudio realizado por un equipo internacional de investigadores sugiere
que las emociones no se limitan a los seres humanos y otros
vertebrados. Algunas abejas son, también, más propensas que otras a
buscar aventuras. Los cerebros de estas abejas, que se sienten atraídas
por la novedad, presentan distintos patrones de actividad genética en
las vías moleculares asociadas con la búsqueda de emociones, en los
seres humanos.
Los resultados, publicados en 'Science', ofrecen una nueva visión de la vida interior de las colmenas, que en el pasado ha sido descrita como una colonia de trabajadores, altamente regimentada, en el que cada abeja tiene un papel específico (enfermera, o recolectora, por ejemplo) para servir a su reina.
Ahora, parece que las abejas individuales, en realidad, difieren en su deseo o voluntad de realizar determinadas tareas, según afirma el profesor de Entomología y director del Instituto de Biología Genómica, Gene Robinson, quien dirigió el estudio. Según el experto, estas diferencias pueden deberse, en parte, a la variabilidad en las personalidades de las abejas.
Robinson y sus colaboradores estudiaron dos comportamientos de búsqueda de novedad en las abejas melíferas: la exploración de sitios de anidación y la búsqueda de comida. Cuando una colonia de abejas deja atrás sus viviendas, la colmena se divide y el enjambre debe encontrar un nuevo hogar. En este momento de crisis, algunas abejas intrépidas -menos del 5% del enjambre- se dedican a la caza de una colmena. Estas abejas, llamadas exploradoras de nidos, son, en promedio, 3.4 veces más propensas a convertirse, también, en exploradoras de alimentos.
Los investigadores querían determinar la base molecular de estas diferencias en el comportamiento de las abejas melíferas, y para ello utilizaron análisis de microarrays para buscar diferencias en la actividad de miles de genes en los cerebros de las abejas exploradoras. "Esperábamos encontrar algunas, pero la magnitud de las diferencias fue sorprendente, teniendo en cuenta que tanto las exploradoras, como las no exploradoras, son también recolectores", apunta Robinson.
Entre los muchos genes expresados diferencialmente se encontraron las catecolaminas, el glutamato, y la señalización del ácido gamma-aminobutírico (GABA) -los investigadores se centraron en ellos porque están involucrados en la regulación de búsqueda de la novedad, y la respuesta a la recompensa, en los vertebrados.
Para comprobar si los cambios de señalización en el cerebro causan la búsqueda de novedad, los investigadores sometieron a los grupos de abejas a tratamientos para aumentar o inhibir estas sustancias químicas en el cerebro. Dos tratamientos (con glutamato y octopamina), aumentaron el deseo de exploración en abejas que no habían explorado antes. Por otro lado, el bloqueo de la señalización de la dopamina disminuyó el comportamiento de exploración.
Los resultados también sugieren que los insectos, los seres humanos, y otros animales, hacen uso del mismo sistema genético en la evolución del comportamiento -los genes que codifican ciertas vías moleculares, pueden desempeñar un papel en los mismos tipos de comportamientos, pero cada especie se adapta, posteriormente, de una manera distintiva.
Los resultados, publicados en 'Science', ofrecen una nueva visión de la vida interior de las colmenas, que en el pasado ha sido descrita como una colonia de trabajadores, altamente regimentada, en el que cada abeja tiene un papel específico (enfermera, o recolectora, por ejemplo) para servir a su reina.
Ahora, parece que las abejas individuales, en realidad, difieren en su deseo o voluntad de realizar determinadas tareas, según afirma el profesor de Entomología y director del Instituto de Biología Genómica, Gene Robinson, quien dirigió el estudio. Según el experto, estas diferencias pueden deberse, en parte, a la variabilidad en las personalidades de las abejas.
Abejas intrépidas o abejas juiciosas
Robinson y sus colaboradores estudiaron dos comportamientos de búsqueda de novedad en las abejas melíferas: la exploración de sitios de anidación y la búsqueda de comida. Cuando una colonia de abejas deja atrás sus viviendas, la colmena se divide y el enjambre debe encontrar un nuevo hogar. En este momento de crisis, algunas abejas intrépidas -menos del 5% del enjambre- se dedican a la caza de una colmena. Estas abejas, llamadas exploradoras de nidos, son, en promedio, 3.4 veces más propensas a convertirse, también, en exploradoras de alimentos.
Los investigadores querían determinar la base molecular de estas diferencias en el comportamiento de las abejas melíferas, y para ello utilizaron análisis de microarrays para buscar diferencias en la actividad de miles de genes en los cerebros de las abejas exploradoras. "Esperábamos encontrar algunas, pero la magnitud de las diferencias fue sorprendente, teniendo en cuenta que tanto las exploradoras, como las no exploradoras, son también recolectores", apunta Robinson.
Entre los muchos genes expresados diferencialmente se encontraron las catecolaminas, el glutamato, y la señalización del ácido gamma-aminobutírico (GABA) -los investigadores se centraron en ellos porque están involucrados en la regulación de búsqueda de la novedad, y la respuesta a la recompensa, en los vertebrados.
Para comprobar si los cambios de señalización en el cerebro causan la búsqueda de novedad, los investigadores sometieron a los grupos de abejas a tratamientos para aumentar o inhibir estas sustancias químicas en el cerebro. Dos tratamientos (con glutamato y octopamina), aumentaron el deseo de exploración en abejas que no habían explorado antes. Por otro lado, el bloqueo de la señalización de la dopamina disminuyó el comportamiento de exploración.
Los resultados también sugieren que los insectos, los seres humanos, y otros animales, hacen uso del mismo sistema genético en la evolución del comportamiento -los genes que codifican ciertas vías moleculares, pueden desempeñar un papel en los mismos tipos de comportamientos, pero cada especie se adapta, posteriormente, de una manera distintiva.
¿SABIAS QUE LAS ABEJAS PUEDEN RECONOCER ROSTROS HUMANOS?
Es
sorprendente que un insecto con un cerebro tan diminuto sea capaz
realizar análisis de imágenes cuando nosotros en cambio, tenemos
regiones enteras de nuestro cerebro dedicadas a resolver ese problema.
Fue hace cinco años cuando un científico de la Universidad de Monash, Adrian Dyer, demostró que las abejas, entrenadas con una recompensa de azucar, eran capaces de reconocer rostros humanos. La abeja volaba hasta la fotografia de la cara a lo cual recibía su recompensa. Esa demostración asombró al mundo.
Pero, ¿como logran las abejas reconocer rostros humanos?
Tan curioso (como los lectores de Planeta Curioso) Martín Giurfa, de la Universidad de Toulouse, quiso encontrar la respuesta. El creía que las abejas no podían distinguir a los seres humanos de forma individual, sino que notaban la diferencia entre la posición de los rasgos, quizá les parecía que se trataban de flores muy extrañas.
Para ello, probó con dos imágenes esquematicas de rostros. Utilizó dos puntos para los ojos, una línea vertical para la nariz y otra horizontal para la boca. Una de las imgenes tenía los rasgos apretados, mientras que la otra muy separados. Las abejas fueron entrenadas para visitar una de las dos imágenes, con una recompensa de azúcar. Una vez retirado el premio, las abejas seguían volviendo a la cara correcta.
El segundo experimento pedía a las abejas un comportamiento algo más sofisticado. Se les mostró cinco pares de diferentes imágenes. Sólo una era un rostro, y el resto un conjunto de puntos y rayas. Las abejas eran recompensadas con azúcar sólo cuando visitaban la cara. Después de entrenarlas, se les mostró un nuevo par de imágenes que no habían visto nunca y reconocieron la que era un rostro. Habían aprendido la disposición relativa y el orden de las características de un rostro.
Fue hace cinco años cuando un científico de la Universidad de Monash, Adrian Dyer, demostró que las abejas, entrenadas con una recompensa de azucar, eran capaces de reconocer rostros humanos. La abeja volaba hasta la fotografia de la cara a lo cual recibía su recompensa. Esa demostración asombró al mundo.
Pero, ¿como logran las abejas reconocer rostros humanos?
Tan curioso (como los lectores de Planeta Curioso) Martín Giurfa, de la Universidad de Toulouse, quiso encontrar la respuesta. El creía que las abejas no podían distinguir a los seres humanos de forma individual, sino que notaban la diferencia entre la posición de los rasgos, quizá les parecía que se trataban de flores muy extrañas.
Para ello, probó con dos imágenes esquematicas de rostros. Utilizó dos puntos para los ojos, una línea vertical para la nariz y otra horizontal para la boca. Una de las imgenes tenía los rasgos apretados, mientras que la otra muy separados. Las abejas fueron entrenadas para visitar una de las dos imágenes, con una recompensa de azúcar. Una vez retirado el premio, las abejas seguían volviendo a la cara correcta.
El segundo experimento pedía a las abejas un comportamiento algo más sofisticado. Se les mostró cinco pares de diferentes imágenes. Sólo una era un rostro, y el resto un conjunto de puntos y rayas. Las abejas eran recompensadas con azúcar sólo cuando visitaban la cara. Después de entrenarlas, se les mostró un nuevo par de imágenes que no habían visto nunca y reconocieron la que era un rostro. Habían aprendido la disposición relativa y el orden de las características de un rostro.
¿SABIAS QUE EL ZUMBIDO DE LAS ABEJAS PROTEGE A LAS PLANTAS DE SER DEVORADAS?
Recientemente se ha descubierto que el zumbido de las abejas protege a las plantas y flores de ser devoradas por animales.
Así lo corrobora un estudio realizado por la Universidad de Wurzburgo, Alemania, el cual explica que el sonido de sus alas espanta a las orugas de los alrededores, quienes se alimentas de ellas. Estos gusanos tienen en sus cuerpos pelos muy finos que les permiten detectar diferencias en la intensidad de aire, y al no distinguirlas entre el zumbido de una abeja y el de una avispa- su depredador natural- se estresan y prefieren retirarse.
Es por ello que los científicos recomiendan a los granjeros planrtar flores alrededor de sus cultivos para atraer a las abejas y crear una especie de barrera naturak contra cierto tipo de invasores.
Así lo corrobora un estudio realizado por la Universidad de Wurzburgo, Alemania, el cual explica que el sonido de sus alas espanta a las orugas de los alrededores, quienes se alimentas de ellas. Estos gusanos tienen en sus cuerpos pelos muy finos que les permiten detectar diferencias en la intensidad de aire, y al no distinguirlas entre el zumbido de una abeja y el de una avispa- su depredador natural- se estresan y prefieren retirarse.
Es por ello que los científicos recomiendan a los granjeros planrtar flores alrededor de sus cultivos para atraer a las abejas y crear una especie de barrera naturak contra cierto tipo de invasores.
¿SABIAS QUE LAS ABEJAS SON LOS ANIMALES MAS TRABAJADORES?
Las
abejas son insectos inteligentes que viven en sociedad, a pesar de su
tamaño tan pequeño, son de los animales más útiles y trabajadores que
existen.
Habitan en enjambres y están adaptadas para alimentarse de polen que utilizan para alimento de las larvas que dan origen a nuevas crias, también se alimentan del néctar de las flores, que les sirve como material energético.
La abeja mejor conocida por todos es la abeja doméstica (Apis mellifera), a veces simplemente llamada "abeja".
Se dividen en tres clases diferentes, cada una con funciones especiales:
·Abeja obrera.
·Abeja zángano.
·Abeja reina.
La abeja reina, es la única hembra fértil, puede poner hasta 3.000 huevos diarios, que dan origen a abejas obreras infértiles hembras también y pone huevos no fecundados que dan origen a los zánganos fértiles que son los únicos machos.
Datos curiosos de las abejas que tal vez no sabías
Los zánganos no trabajan, pues no poseen órganos para tal función, la única función que realizan es de fecundar reinas vírgenes en vuelo nupcial, y después que esto ocurre, él muere.
Las obreras son las que realizan todos los trabajos en la colmena.
En cada colmena existen cerca de 60.000 obreras, 1 reina y centenas de zánganos.
Cuando una abeja descubre una nueva fuente de alimento, regresa a la colmena y ejecuta una danza detallada.
La abeja reina puede vivir hasta 5 años. Las obreras viven períodos mucho más breves, de menos de tres meses en promedio.
Poseen un cuerpo velludo con pelos plumosos, adeḿas una carga electrostática, que es de gran utilidad para que el polen se adhiera a su cuerpo.
La abeja reina se alimenta de jalea real. Se ha demostrado que es esta alimentacion especial lo que hace que una hembra se desarrolle como reina y no como obrera.
La abeja posee dos antenas (órganos del olfato), que le sirven para localizar las flores, y dos pares de alas, muy delgadas, que permiten a algunas especies largos vuelos de hasta 12 km.
El aguijón de las obreras está asociado al aparato reproductor y ahí reservan su veneno, al picar, el aguijón se queda adherido en el lugar donde fue la picadura, es por eso que la abeja muere, posteriormente al ataque, ya que pierde el aparato reproductor y parte del aparato digestivo.
El humo las paraliza, por eso es utilizado por el hombre para apoderarse de sus reservas de miel.
La miel y otros productos procedentes de las abejas son ampliamente utilizados en la medicina tradicional.
Durante millones de años de evolución las abejas han tenido que soportar sobre la tierra periodos de intenso calor y de frío, poseen gran instinto de supervivencia por lo que almacenan grandes cantidades de reservas para épocas de escasez.
Habitan en enjambres y están adaptadas para alimentarse de polen que utilizan para alimento de las larvas que dan origen a nuevas crias, también se alimentan del néctar de las flores, que les sirve como material energético.
La abeja mejor conocida por todos es la abeja doméstica (Apis mellifera), a veces simplemente llamada "abeja".
Se dividen en tres clases diferentes, cada una con funciones especiales:
·Abeja obrera.
·Abeja zángano.
·Abeja reina.
La abeja reina, es la única hembra fértil, puede poner hasta 3.000 huevos diarios, que dan origen a abejas obreras infértiles hembras también y pone huevos no fecundados que dan origen a los zánganos fértiles que son los únicos machos.
Datos curiosos de las abejas que tal vez no sabías
Los zánganos no trabajan, pues no poseen órganos para tal función, la única función que realizan es de fecundar reinas vírgenes en vuelo nupcial, y después que esto ocurre, él muere.
Las obreras son las que realizan todos los trabajos en la colmena.
En cada colmena existen cerca de 60.000 obreras, 1 reina y centenas de zánganos.
Cuando una abeja descubre una nueva fuente de alimento, regresa a la colmena y ejecuta una danza detallada.
La abeja reina puede vivir hasta 5 años. Las obreras viven períodos mucho más breves, de menos de tres meses en promedio.
Poseen un cuerpo velludo con pelos plumosos, adeḿas una carga electrostática, que es de gran utilidad para que el polen se adhiera a su cuerpo.
La abeja reina se alimenta de jalea real. Se ha demostrado que es esta alimentacion especial lo que hace que una hembra se desarrolle como reina y no como obrera.
La abeja posee dos antenas (órganos del olfato), que le sirven para localizar las flores, y dos pares de alas, muy delgadas, que permiten a algunas especies largos vuelos de hasta 12 km.
El aguijón de las obreras está asociado al aparato reproductor y ahí reservan su veneno, al picar, el aguijón se queda adherido en el lugar donde fue la picadura, es por eso que la abeja muere, posteriormente al ataque, ya que pierde el aparato reproductor y parte del aparato digestivo.
El humo las paraliza, por eso es utilizado por el hombre para apoderarse de sus reservas de miel.
La miel y otros productos procedentes de las abejas son ampliamente utilizados en la medicina tradicional.
Durante millones de años de evolución las abejas han tenido que soportar sobre la tierra periodos de intenso calor y de frío, poseen gran instinto de supervivencia por lo que almacenan grandes cantidades de reservas para épocas de escasez.
¿SABIAS QUE LAS ABEJAS SABEN CONTAR HASTA EL NUMERO 4?
Un
estudio realizado por científicos australianos reveló que las abejas
que producen la miel son capaces de contar, pero sólo hasta el número
cuatro. En el estudio se colocaron cinco marcas dentro de un túnel y se
dejó néctar en una de ellas, según informa la cadena ABC.
Las abejas productoras de miel colocadas en el túnel volaron hasta la marca con alimentos y siguieron volando hasta ella incluso cuando se retiró el alimento.
“Descubrimos que si las entrenas para que vayan a la tercera raya, ellas seguirán yendo hasta la tercera raya”, dijo el investigador Mandyam Srinivasan.
“Si las entrenas para que vayan a la cuarta raya, irán a la cuarta raya. Pero su capacidad de contar parece llegar sólo hasta cuatro, no pueden contar más allá del cuatro”, agregó. “Mientras más observamos a estas criaturas, que tienen el cerebro del tamaño de una semilla de sésamo, más nos impresionamos”, expresó Srinivasan.
Las abejas productoras de miel colocadas en el túnel volaron hasta la marca con alimentos y siguieron volando hasta ella incluso cuando se retiró el alimento.
“Descubrimos que si las entrenas para que vayan a la tercera raya, ellas seguirán yendo hasta la tercera raya”, dijo el investigador Mandyam Srinivasan.
“Si las entrenas para que vayan a la cuarta raya, irán a la cuarta raya. Pero su capacidad de contar parece llegar sólo hasta cuatro, no pueden contar más allá del cuatro”, agregó. “Mientras más observamos a estas criaturas, que tienen el cerebro del tamaño de una semilla de sésamo, más nos impresionamos”, expresó Srinivasan.
Será el cerebro de la abeja ¿casualidad o diseño?
¿SABIAS QUE LAS ABEJAS SE COMUNICAN CON UNA ESPECIE DE BAILE?
cuando
una abeja descubre un punto donde alimentarse se lo comunica a las
demás haciendo una especie de danza circular, en el interior de la
colmena y, según sea, así conocerán el lugar donde se encuentra, cerca o
lejos, y la dirección de la misma, en función de la posición del sol
¿SABIAS QUE LAS ABEJAS TIENE EMOCIONES?
Un
estudio realizado por un equipo internacional de investigadores
menciona que el cerebro de las abejas, se sienten atraídas por la
novedad, y presentan distintos patrones de actividad genética en las
vías moleculares asociadas con la búsqueda de emociones, en los seres
humanos.Cada abeja tiene un papel específico (enfermera, o recolectora,
por ejemplo) para servir a su reina.
Robinson y sus colaboradores estudiaron dos comportamientos de búsqueda de novedad en las abejas melíferas: la exploración de sitios de anidación y la búsqueda de comida. Cuando una colonia de abejas deja atrás sus viviendas, la colmena se divide y el enjambre debe encontrar un nuevo hogar.
En este momento de crisis, algunas abejas intrépidas -menos del 5% del enjambre- se dedican a la caza de una colmena. Estas abejas, llamadas exploradoras de nidos, son, en promedio, 3.4 veces más propensas a convertirse, también, en exploradoras de alimentos.
Para comprobar si los cambios de señalización en el cerebro causan la búsqueda de novedad, los investigadores sometieron a los grupos de abejas a tratamientos para aumentar o inhibir estas sustancias químicas en el cerebro. Dos tratamientos (con glutamato y octopamina), aumentaron el deseo de exploración en abejas que no habían explorado antes.
Los resultados también sugieren que los insectos, los seres humanos, y otros animales, hacen uso del mismo sistema genético en la evolución del comportamiento -los genes que codifican ciertas vías moleculares, pueden desempeñar un papel en los mismos tipos de comportamientos, pero cada especie se adapta, posteriormente, de una manera distintiva.
Robinson y sus colaboradores estudiaron dos comportamientos de búsqueda de novedad en las abejas melíferas: la exploración de sitios de anidación y la búsqueda de comida. Cuando una colonia de abejas deja atrás sus viviendas, la colmena se divide y el enjambre debe encontrar un nuevo hogar.
En este momento de crisis, algunas abejas intrépidas -menos del 5% del enjambre- se dedican a la caza de una colmena. Estas abejas, llamadas exploradoras de nidos, son, en promedio, 3.4 veces más propensas a convertirse, también, en exploradoras de alimentos.
Para comprobar si los cambios de señalización en el cerebro causan la búsqueda de novedad, los investigadores sometieron a los grupos de abejas a tratamientos para aumentar o inhibir estas sustancias químicas en el cerebro. Dos tratamientos (con glutamato y octopamina), aumentaron el deseo de exploración en abejas que no habían explorado antes.
Los resultados también sugieren que los insectos, los seres humanos, y otros animales, hacen uso del mismo sistema genético en la evolución del comportamiento -los genes que codifican ciertas vías moleculares, pueden desempeñar un papel en los mismos tipos de comportamientos, pero cada especie se adapta, posteriormente, de una manera distintiva.
Fuente:
http://www.taringa.net/posts/ciencia-educacion/14451583/Curiosidades-de-las-abejas---Megapost.html