El insomnio puede afectar la orientación en las abejas
Las abejas usan un pequeño baile para indicar a sus compañeras dónde se encuentra la fuente de alimento. El baile consiste en giros y vibraciones hacia una dirección específica – el ángulo entre el sol y la fuente de alimento – y según la duración de la vibración, las otras abejas pueden calcular la distancia.
Entonces,
este comportamiento ha sido aprovechado por investigadores de la
Universidad de Texas, liderados por el Dr. Barrett Klein, para estudiar
el efecto que tiene la privación del sueño en los insectos, algo muy
poco entendido hasta ahora.
Las abejas, al vivir
en un ambiente tan pequeño y sobrepoblado de seguro tendrán problemas
de sueño, todas chocarán entre sí, empezarán a zumbar y se generará un
bullicio en el cual nadie pueda dormir. Los depredadores y parásitos
también pueden quitar el sueño, no sólo a las abejas, sino también a
cualquier insecto. Además, la pérdida de poblaciones de abejas silvestres en los últimos años,
ha alarmado a muchos científicos del mundo, por las posibles
implicancias que puede tener en sobre la vida en el planeta. Klein cree
que la privación del sueño en las abejas también podría contribuir al problema del colapso de colonias.
Klein et al. diseñaron un método para mantener despiertas a algunas abejas de una colonia,
sin perturbar a las demás. Para esto, los investigadores pusieron unos
discos metálicos magnéticos en el lomo de 25 abejas que previamente
habían sido entrenadas para usar una fuente de alimento artificial a un
kilómetro de distancia de la colmena. Estos Además, usaron como control
otras 25 abejas – también entrenadas – a las cuales le pusieron unos
discos de cobre (no magnéticos) sobre sus espaldas. Durante la noche,
cuando las abejas están durmiendo, los científicos ponían sobre la
colmena una serie de imanes montados en un carril llamado “insomniador”.
Las pobres abejas que tenían los discos metálicos magnéticos no podían
dormir.
Las abejas que no fueron privadas del sueño indicaban de manera correcta la ubicación de la fuente de alimento.
Sin embargo, aquellas que no pudieron dormir, se ve claramente que no
hacen bien la danza y dan información errada a sus compañeras. Aunque la
distancia generalmente era la correcta, la dirección no lo era. Esto
indicaría que determinar la dirección puede ser cognitiva o
fisiológicamente más demandante que determinar la distancia.
Para el neurobiólogo Randolf Menzel,
el efecto tal vez se deba a que las abejas usan los campos magnéticos
de la Tierra para localizar la fuente de alimento, y al usar los discos
magnéticos se está perturbando directamente la orientación de las
abejas, provocando que las danzas sean erradas. Sin embargo, Klein está
seguro que el magnetismo empleado no afectó a las abejas ya que al
comparar las danzas de las abejas con los discos magnéticos y discos de
cobre, no presentaban diferencia alguna si no usaban los imanes para
privarlas del sueño.